Ricardo El Chamaco Rodríguez

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Primer mexicano en aparecer en la portada de Sports Illustrated

Cuando hablamos de automovilismo mexicano, es inevitable recordar a los que fueron considerados los mejores corredores aztecas en la Fórmula 1, los hermanos Pedro y Ricardo Rodríguez de la Vega, pilotos que en la década de los 60’s marcaron una época sobre las pistas; ambos con un trágico final en sus vidas. El menor de ellos, Ricardo, abrió los ojos por vez primera un día como hoy, pero del año 1942.

Originarios de la Cuidad de México, Ricardo y su hermano mayor fueron aficionados al mundo de la velocidad desde muy pequeños. Desde aquellos primeros pasos, había una disputa sobre quién era el mejor, pregunta que quedó en el imaginario; sin embargo, lo que sí es una realidad es que Ricardo llegó a lo más alto del automovilismo mundial en poco tiempo.

El debut internacional de Ricardo se dio en la Riverside International Raceway  de 1957, cuando con su Porsche RS venció a todos sus rivales sobre el asfalto, a finales de ese mismo año, repitió su triunfo en una carrera disputada en Nasaú, Bahamas.

Dos años después, en 1959, los Rodríguez debutaron en la Las 24 Horas de Le Mans, en Francia. Compitieron en un bólido tipo roadster OSCA 750, pero debido a problemas mecánicos no pudieron terminar la justa. Doce meses más tarde, Ricardo compartió con André Pilette, el segundo lugar en dicho circuito, siendo el ganador más joven de un podio con 18 años y 133 días.

A sus 19 años fue invitado a conducir para Ferrari en el Gran Premio de Italia de 1961, convirtiéndose en el corredor de menor edad en participar en un Grand Prix de F1 (19 años y 208 días), siendo el primero y único piloto mexicano firmado por la escudería delcaballo rampante, récord que mantendría hasta el 26 de julio de 2009 con el debut del español Jaime Alguersuari (19 años y 125 días).

La víspera del día del Día de Muertos, el 1 de noviembre de 1962, el considerado futuro campeón de 20 años, falleció cuando realizaba pruebas de práctica sobre un Lotus 24, cuando su coche, que corría a poco más de 150 kilómetros por hora, se impactó de lleno en la barra de protección en el peralte de una curva del Autódromo de la Magdalena Mixhuca, ahora Autódromo Hermanos Rodríguez.

Aquella tarde de jueves, el destinó le jugó rudo a Ricardo, quien sí cabe el hubiera, ese tiempo gramatical de los futuros que han sido truncados, probablemente México tendría a un campeón mundial en el máximo circuito del automovilismo.